¿Cómo maltratar a los seres más inocentes de este mundo?, ¿cómo tratarles como una escoria si te dan su cariño incondicional?, ellos sólo quieren una familia, un hogar, a ellos no les importa tu aspecto ni tu condición social.
Una
mascota es mucho más que un animal, es un hijo, un hermano, un amigo más, está
contigo en los buenos y malos momentos, ofreciéndote la pata y su amor, no
entienden los problemas, pero te miran con compasión.
Algunos
te mueven la cola, otros te deleitan con sus cantos, algunos ronronean, cada
uno de ellos tiene su encanto. Las múltiples travesuras que hacen se convierten
en anécdotas inolvidables, son graciosos, cariñosos y juguetones que nos hacen
olvidar nuestro estrés, inseguridades y temores. A veces te hacen renegar pero
con la mirada tierna que ponen te hacen olvidar lo que hicieron.
Caminando
sin rumbo por las calles, van algunos animalitos, ellos buscan afecto que
alguno le pueda brindar; están sucios y descuidados, porque no tuvieron la
suerte de conseguir un hogar, pero acércate a ellos y verás el infinito amor
que te pueden brindar. A ellos no les importa la raza como a ti, tampoco el
color de la piel, no les importa la edad y mucho menos el número de casas que
puedas comprar, ellos sólo se contentan con una caricia o un pedazo de pan.
No
entiendo cómo las personas dicen llamar arte al sufrimiento de un animal; cada
espadazo, una llaga profunda con espuelas, picotazos y hasta muchas veces latigazos
son las perversiones y el dolor incontenible que ese ser vivo tiene que
soportar, no te aproveches solo porque no pueden hablar. El sadismo en esos
momentos, está en su mayor auge y esto suele pasar hasta en niños de corta
edad.
El
Departamento policial norteamericano ha incluido la crueldad contra los
animales en el informe anual de delitos, el cual nos dice que de 10 animales
solo 2 de ellos se salvan de ser maltratados en el mundo, a pesar de la Ley de Protección y Bienestar
Animal que garantiza el amparo de los animales ante actos crueles de sujetos
desadaptados que pueden ser penados con cárcel, las personas infringen las
normas y de ese modo se convierten en unos despreciables seres de la sociedad.
Las
personas que violentan a los animales sin motivo ni razón carecen de valores y principios. Pena de
cárcel tendrán que pagar por no respetar el derecho a la vida del indefenso
animal; estos seres repugnables son escoria del mundo, que no suman al país,
sino más bien nos atrasan por montón. Las penas por infringir esta ley van
desde los tres a los cinco años de prisión efectiva, con 150 a 360 días de
multa e inhabilitación.
El
perfil psicológico de los agresores, muestra que se trata de personas que no
comprenden sus límites sociales, intelectuales o culturales, disfrutan torturando
y lo hacen por multitud de complejos. Sienten que al hacer esto, son más fuertes, superiores. Lo más
preocupante es que si dentro del hogar se ve como algo normal el abuso
cometido contra otros o la falta de una educación adecuada, con toda
probabilidad esta actitud será aprendida por el niño.
Intentemos
retribuir el mismo amor, lealtad y protección que recibimos de estos seres
incomparables, es decir que si vemos por la calle o conocemos a alguien que
maltrata a los animales, no debemos hacernos de la vista gorda, sino que debemos
denunciar a estos maltratadores sin escrúpulos para que no se crean que pueden
descargar sus furia o sus problemas maltratando a seres indefensos como son los
animales. No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti.

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