Eres tú, el hombre de mis sueños
que con su escudo y espada eliminará mis miedos
miles y cientos de obstáculos he tenido que vencer
para en mis brazos poderte sostener.
Tu piel como la seda,
tu sonrisa son finas perlas
las ventanas del alma, las tienes esmeraldas
y tus labios sabor a miel, son rojos como las cucardas.
La perfección humana la encontré en tí
es por ello que siempre te cuidaré
no dejaré que ninguna bruja nos arruine el cuento
y si te digo que eres mi príncipe, ¡créeme!, que no miento.
Desde que tu llegaste dejé el invierno a un costado,
ahora solo existe en mi vida la primavera y el verano
quiero caminar toda una eternidad de tu mano
y sentir la fragancia del verdadero amor a tu lado.
que con su escudo y espada eliminará mis miedos
miles y cientos de obstáculos he tenido que vencer
para en mis brazos poderte sostener.
Tu piel como la seda,
tu sonrisa son finas perlas
las ventanas del alma, las tienes esmeraldas
y tus labios sabor a miel, son rojos como las cucardas.
La perfección humana la encontré en tí
es por ello que siempre te cuidaré
no dejaré que ninguna bruja nos arruine el cuento
y si te digo que eres mi príncipe, ¡créeme!, que no miento.
Desde que tu llegaste dejé el invierno a un costado,
ahora solo existe en mi vida la primavera y el verano
quiero caminar toda una eternidad de tu mano
y sentir la fragancia del verdadero amor a tu lado.
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