Luisa un homosexual actualmente con 38 años de edad llegó a
Chachapoyas en el año 2001 desde Tarapoto, siendo muy joven, a emprender una
nueva vida. En esta ciudad inició su trabajo como estilista. Abrió su peluquería
en el jirón 2 de Mayo, convirtiéndose así en el primer negocio en este rubro.
Poco a poco fue haciéndose muy conocido, por su buen trabajo y los satisfechos que quedaban sus clientes.
Cada día aumentaba su clientela,
generando envidia a su alrededor y algunos ciudadanos que no les gusta ver
triunfar al prójimo empezaron a “serrucharle el piso” apelando a conductas
discriminatorias por su opción sexual, por lo que pusieron un sinnúmero de
apodos denigrantes. A pesar de esto, supo vencer los obstáculos sociales que
iban apareciendo en su camino logrando alcanzar la bonanza económica y ser
ejemplo de resiliencia para todos.
Al pasar de los años, en Chachapoyas fueron “saliendo del
clóset” muchas personas, por lo que la población de homosexuales fue
incrementándose. Muchos de ellos siguieron el ejemplo de Luisa y pusieron
nuevos salones de peluquería, mientras que otros buscaron nuevas áreas de
trabajo participando activamente en el desarrollo económico de la ciudad. Sin
embargo, todavía persiste en el inconsciente colectivo de muchos pobladores,
que los homosexuales son símbolo de prostitución, perdición y enfermedades. Por
lo que tratan de aislarse de ellos como si fueran los leprosos del siglo XXI,
personas prejuiciosas que van tejiendo historias inverosímiles en torno a la
aparente anormalidad de estos ciudadanos.
Sin embargo, ellos o ellas han ido ganando espacios en esta
nueva sociedad demostrando que son seres humanos que pueden desempeñarse como cualquier otro ciudadano en las
diferentes esferas de la vida, lo único que los diferencia es que han
elegido una opción sexual distinta y si
por eso se les tilda de “anormales” seríamos una sociedad que no está
construida sobre las bases de la tolerancia y el respeto por las diferencias.
Aunque no podemos negar que existan grupos que realizan actos reñidos contra la
moral sin ningún miramiento por las demás personas, por lo cual se generaliza a
toda la comunidad gay como símbolo de perdición
e inmoralidad.
Chachapoyas es una
ciudad conservadora con una arraigada moralidad casi medieval si se podría
decir, no obstante con el transcurrir de los años ha ido aceptando nuevas ideas
liberales producto de las migraciones continuas que ha sufrido a lo largo de su
historia, por lo que al igual que otras sociedades deberá dejar de lado sus
prejuicios que nos atan a una seudomoralidad y seguir tratando de construir una
nueva comunidad basada en el respeto por las diferencias y practicar la
tolerancia; por otro lado debemos empezar a entendernos como seres humanos y
ser conscientes que es responsabilidad de todos lograr un ambiente de paz,
libertad y respeto.
Espero de todo corazón que la gente que lea esto reflexione, igualdad y respeto para todos señores.
ResponderBorrarGracias por su comentario.
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