La sociedad está conformada por un sin
número de personas de edades diferentes, con los mismos derechos y deberes e
igualdad de oportunidades pero las diversas situaciones en que nos encontramos
son lo que nos diferencian de los demás, hoy surge una interrogante: ¿Cómo es
la realidad actual de los ancianos que radican en la fidelísima ciudad de
Chachapoyas?
Cuando decimos ancianos nos referimos a
aquellas personas que se encuentran dentro de los parámetros de lo que se dice personas
de la tercera edad o población de personas mayores los cuales se encuentran en
una edad que oscilará entre los 65 y 70 años para arriba. En Chachapoyas existe
un porcentaje de 3913 ancianos los cuales tienen una esperanza de vida
aproximadamente hasta los 85 años de edad.
Ellos al igual que muchas personas de la
tercera edad de diferentes partes del mundo han tenido que chocar con el tema
del empleo laboral. Al ser jóvenes estuvieron con la “capacidad” y energía
necesaria para rendir más en el trabajo, pero a medida que su edad fue
avanzando las cosas cambiaron, dando una vuelta de 360°; los empleos a los que
se dedicaban en sus tiempos mozos les invitaron a jubilarse o retirarse de la
actividad laboral debido a que han traspasado la barrera de años estipulada por
el estado. Por consiguiente ellos reciben aporte económico del estado para
vivir, en gratificación a todos los años que trabajaron y también por el aporte
mensual que hicieron, para que cuando lleguen a la edad del retiro, puedan
tener un ingreso o muy por el contrario quedar sin un ingreso mensual.
Pero no estoy de acuerdo a que
obligatoriamente la persona deba jubilarse siendo de avanzada edad ya que
algunos ancianos aun estando lúcidos y tienen las ganas de seguir aportando a
la sociedad. Así que no debemos quitarles la oportunidad sino debemos de ser
más conscientes, porque si no les tomamos en cuenta estaríamos
discriminándoles. Además de ello el estado les retribuye aportes muy pobres,
sin pensar en las diversas realidades, a algunos ancianos no les alcanza el
dinero para poder solventarse, a pesar de esto viven sin su familia. Es ahí
donde entra a tallar el asilo de
ancianos que les brinda apoyo incondicional con su alimentación tres veces al día:
desayuno, almuerzo y cena, además un techo donde pasar la noche, aseo y
expresiones de afecto.
Por la edad que poseen los ancianos es muy
normal que padezcan dolencias o algunas enfermedades ya que su sistema
inmunológico ya no es tan fuerte como antes. Debemos considerar que tienen en
su desarrollo un carácter individual y heterogéneo, por lo que cada uno llega a
tener su propia manera de envejecer. Los ancianos de Chachapoyas en su mayoría
llegan a padecer del oído y audición, ojo y visión, sistema gastrointestinal e
incontinencia urinaria. Para que estás personas tengan una atención de calidad
en salud se debe realizar campañas en las que se logre otorgarles un seguro
social, como es el caso de los viejitos del “acilo de ancianos” los cuales son
afiliados al SIS.
En síntesis debemos rectificar la actual
imagen negativa de la vejez, evitando dejarles de lado en nuestra sociedad,
pues hay que considerar que en esta etapa de la vejez es importante la parte
afectiva de la familia. Se debe incidir más en crear programas de integración
familiar, socioculturales, recreativos, con el objetivo de dar estilos de vida
para un envejecimiento activo.
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